Cuando nos sumergimos en una clase de yoga, a menudo asociamos la respiración profunda con la calma del sistema nervioso, pero su impacto va más allá: la respiración profunda es una poderosa herramienta para limpiar nuestro organismo a través del sistema linfático.
El sistema linfático actúa como un filtro para la sangre, eliminando toxinas y desechos. A diferencia del sistema sanguíneo, no cuenta con un corazón que bombee la linfa; en su lugar, se apoya en vasos similares a venas para transportar la linfa hacia el centro del cuerpo, moviéndose gracias al bombeo muscular y la respiración. La respiración profunda, especialmente utilizando el diafragma, es crucial para estimular el movimiento de la linfa, de manera similar a cómo el bombeo del corazón impulsa la circulación sanguínea.
La respiración diafragmática profunda crea un efecto de succión que facilita el flujo linfático, estimulando la limpieza del sistema linfático. En la práctica del yoga, la respiración profunda y consciente no solo mejora la funcionalidad de los órganos, sino que también ayuda a eliminar toxinas, mejorar el metabolismo y estimular el sistema inmunológico.
En Hiru Yoga, cada clase comienza con un pranayama, una práctica que no solo busca calmar la agitación externa y conectarnos con el momento presente a través del movimiento del cuerpo, sino que también cuida nuestros órganos. La respiración yóguica es, sin duda, una medicina preventiva para fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Por lo tanto, la próxima vez que te sumerjas en la práctica de la respiración completa, ya sea en Hiru Yoga Irún o en cualquier otro lugar, recuerda el impacto positivo que tiene en tu sistema linfático. ¡Feliz pranayama y bienestar para ti!»