Muchos alumnos/as que solicitan información sobre las clases suelen comentar que los precios son elevados, me parece interesante hablar sobre esto.

El  precio de una clase de yoga no se determina únicamente por el tiempo en la esterilla, si no por una serie de factores que los profesores/as y los centros deben considerar. En Hiru Yoga, nuestra prioridad es brindar una experiencia de calidad a nuestros alumnos/as, y eso implica costos que deben tenerse en cuenta.

1. Formación y experiencia de los profesores:
Los/as profesores/as de yoga solemos pasar por una formación rigurosa y costosa para adquirir los conocimientos necesarios. Estas inversiones en educación se reflejan en la calidad de la enseñanza que ofrecemos en Hiru Yoga.

2. Gastos operativos:
Los centros de yoga tienen gastos  mensuales que incluyen el alquiler del local, luz, agua, calefacción ,cuota de autónomos, IVA… así como el mantenimiento del espacio. Estos costos varían según la ubicación y el tamaño del centro.

3. Preparación de las clases:
Los profesores de yoga dedicamos tiempo adicional fuera de las clases para preparar las sesiones. Esto implica investigar y adaptar las prácticas a diferentes estilos de yoga, así como ajustar las clases para satisfacer las necesidades individuales de los alumnos/as.

4. Inversión en material:
Para garantizar la comodidad y seguridad de los alumnos/as, los centros de yoga debemos invertir en esterillas, bloques, cinturones y otros accesorios necesarios para las prácticas. Estos elementos desgastan con el tiempo y deben reemplazarse regularmente.

5. Relación calidad-precio:
Si consideramos la duración promedio de una clase de yoga, que suele ser de 90 minutos, y dividimos la cuota mensual por hora, nos daremos cuenta de que el costo real por sesión no es tan alto. A menudo, las personas pagan más por otros servicios, como un desayuno, que por la propia clase de yoga que proporciona múltiples beneficios para la salud y el bienestar.

Es importante superar ciertas creencias arraigadas que relacionan el yoga y el dinero. Si deseamos seguir evolucionando en la enseñanza del yoga, debemos comprender que la economía y la rentabilidad son pilares necesarios para mantener y mejorar la calidad de nuestras prácticas. Los costos asociados con la formación continua, la inversión en material y los gastos operativos reflejan el compromiso de los profesores/as y los centros en proporcionar una experiencia enriquecedora para los alumnos/as.

Al invertir en clases de yoga, también estamos invirtiendo en nuestra propia salud y bienestar.

Definitivamente invertir en tu bienestar es una decisión valiosa. Si estás en Irún y buscas practicar yoga, te invitamos a visitar Hiru Yoga 🙂

https://hiruyoga.com/